predicaciones. Consideremos lo que se requiere para predicar con poder espiritual. Contritos de alma Predicar en el púlpito moderno puede ser vanaglorioso, una acción para autocomplacerse. Solo los músicos y actores nos pueden superar en esto. Pero los predicadores están muy cerca, en tercer lugar, o quizás a la par con ellos. Si no me cree, recuerde cómo reaccionó al último “round” de crítica con respecto a su predicación. Nuestros egos nos pueden llevar a cierta autodependencia y engaño. El poder
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